En este hermoso valle, las maduraciones tempranas del café, prolongadas por múltiples floraciones por efecto de lluvias constantes, deparan condiciones especiales en el grano, que se caracteriza por su gran tamaño. El café de Turrialba es apreciado porque abastece de manera temprana el mercado nacional e internacional. Su taza se caracteriza por una acidez suave, cuerpo ligero y un aroma delicado y suave.
La actividad económica de la región Turrialba surge con la apertura del ferrocarril al Atlántico. La ciudad principal está ubicada al noreste del Volcán, que lleva su nombre: Turrialba.
Durante el gobierno del primer presidente cafetalero de Costa Rica, Braulio Carrillo (1833-1842), se fomentó las primeras plantaciones del grano cerca de las ciudades, impulsados por la legislación y la facilidad de acceso a la tierra, lo que le abrió las puertas a esta nueva zona productora.
Con el funcionamiento de ese ferrocarril, el traslado de los productos agrícolas al centro del país para su venta, distribución y exportación fue una realidad; entonces el cultivo de café se convirtió en una importante actividad económica para esta relativamente nueva zona productora.
El uso del suelo es interesante dado que es común observar la combinación del cultivo de café con caña de azúcar y potreros. En un área de 8.500 hectáreas, incluyendo el cantón Jiménez, se cultiva las variedades Caturra y Catuaí rojo bajo sombra de árboles de leguminosas y especies maderables, principalmente el Laurel. Los suelos son de origen volcánicos y aluviales.
CONDICIONES
500 a 1.400
(m.s.n.m)
(m.m)
23º C
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