La influencia de la alta temperatura y un clima seco hacen que el grano sea alargado y suave al tostar. La bebida es suave, de cuerpo y acidez ligera, con notas saladas y amargas definidas.
La Región Guanacaste se caracteriza por la explotación del cultivo del café en pequeñas zonas, distribuidas entre las provincias Guanacaste, Puntarenas y Alajuela (Sarapiquí y San Carlos). Las áreas cafetaleras están ubicadas en las zonas montañosas con temperaturas frescas de las cordilleras Volcánica Central y de Guanacaste.
En su gran mayoría los caficultores son pequeños productores, cuya cosecha fluctúa entre los 50.000 a 70.000 quintales anuales; un alto porcentaje está clasificado como tipo Pacífico. Las altas temperaturas en las que se establece el cultivo provocan que alrededor del 85% de las plantaciones presente sombra boscosa regulada predominando los árboles Erythrinas o Poró, Musáceas, Ingas o Guabas, especies frutales y maderables exóticas. Este tipo de producción se conoce como “Caficultura Sostenible”.
Los cafetales de la región Guanacaste se desarrollan en suelos andisoles de origen volcánico caracterizados por su gran fertilidad y excelente estructura. También en Sarapiquí y San Carlos, aunque en un menor grado, en suelos inceptisoles hacia las partes medias y altas y ultisoles en las de menor altura. Al igual que en las demás regiones cafetaleras, se cultiva la especie Arábiga, predominando las variedades Caturra y Catuaí.
Guanacaste presenta dos estaciones: seca y Iluviosa bien definidas; exceptuando Sarapiquí y San Carlos, donde la estación lluviosa puede extenderse por más tiempo, aunque de poca intensidad en el verano. En las provincias Guanacaste y Puntarenas, la precipitación anual promedio es de 2.100 milímetros con un clima cálido, sobre todo en verano cuando se alcanzan temperaturas superiores a los 30°C
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